
Autor: Alejandro Avedaño | Project Manager, SPLM / BlueAccess | Socio PCMA
En la industria de reuniones, durante mucho tiempo hemos hablado de los eventos como productos. Planeamos cada edición con precisión, buscamos vender el mayor número de espacios, sumar conferencistas de renombre y, al terminar, evaluamos el éxito en cifras: visitantes, ROI, leads generados. Pero ese modelo ya no basta. No porque esté mal, sino porque el contexto y las expectativas cambiaron: las de los asistentes, las marcas y los territorios.
Hoy, un evento relevante no es solo el que reúne gente durante tres días, sino el que logra mantener a esa comunidad conectada los otros 365 días del año.
Esa ha sido una de las transformaciones más potentes que he vivido como productor de ferias y congresos en distintos países de Latinoamérica. Y es ahí donde surge una idea que, aunque puede sonar abstracta, es cada vez más concreta: pasar de ver los eventos como productos a diseñarlos como plataformas.
Del evento como producto al evento como plataforma
Un evento tiene fecha de inicio y fin. Se produce, se ejecuta y se cierra. Una plataforma, en cambio, es un espacio abierto y dinámico, donde diferentes actores interactúan, crean valor conjunto y se mantienen activos más allá del evento presencial.
En uno de los eventos más significativos que acompañé en 2023, el Bogotá Fashion Week (BFW), pude entender lo que significa cuando una iniciativa nace desde el área de Eventos de la Cámara de Comercio de Bogotá. Esta entidad, que impulsa una de las marcas más relevantes de la moda en la región, entiende que no se trata de concentrar todo el contenido y la visibilidad de una industria en solo tres días, sino de mantener la conversación durante todo el año.
Así, en su versión 2024, rompieron las expectativas: no fue un “Week” sino un “Weekend”, y no ocurrió en mayo sino en octubre. Lo que comenzó como un evento de pasarelas y medios se convirtió en una herramienta permanente de referencia para marcas locales e internacionales, y en una red sólida de colaboración activa durante todo el año. Lograron crear una plataforma relacional que excedía el espacio físico del evento.
Ese es el punto clave: las plataformas se diseñan con visión de largo plazo, pensando en las conexiones que pueden escalar, no solo en experiencias que se consumen.
Comunidades activas todo el año
Diseñar plataformas requiere cambiar también la forma en la que trabajamos con nuestras audiencias. Una comunidad no se construye en el coffee break, se construye cuando los asistentes sienten que pueden ser parte, que su voz cuenta y que hay un espacio para ellos incluso fuera del cronograma oficial.
En lugar de esperar doce meses para volver a conectar, podemos generar contenido editorial mensual, organizar encuentros itinerantes, activar grupos temáticos en plataformas digitales y mantener contacto permanente con expositores y aliados.
¿El resultado? Más que fidelidad, se genera un sentido de pertenencia. Ya no nos preguntan solo por la fecha del próximo evento, sino cómo pueden involucrarse durante el año. Eso lo cambia todo.
Pensar más allá de la producción
Esta transición también nos exige repensarnos como profesionales. Ya no basta con saber montar un evento impecable. Hoy, nuestro rol es más estratégico: somos facilitadores de conexiones, curadores de conversación y gestores de comunidades.
En un entorno tan diverso como el latinoamericano, esta mirada es más necesaria que nunca. No se trata de replicar modelos, sino de adaptarlos, dialogarlos y construir con base en lo que cada territorio necesita.
Al final del día, producir un evento no es solo montar un escenario o abrir una feria: es activar una comunidad con propósito, capaz de sostenerse en el tiempo y de generar impacto más allá de los días en un cronograma.
Alejandro Avedaño, Productor de eventos MICE y TradeShow en Latinoamérica . Actualmente es Project Manager en SPLM / BlueAccess, es un profesional multifacético con una gran trayectoria en la industria de reuniones . Su experiencia abarca desde la gestión de proyectos estratégicos en Estrella Grupo Empresarial hasta roles de liderazgo como Country Manager. Su versatilidad y visión innovadora lo posicionan como un líder capaz de impulsar el éxito en entornos empresariales dinámicos.
